La elegancia es un arte al alcance de quien la sabe apreciar. ¡Si, para mí la elegancia es arte! ¿Pero por qué arte? – El arte es el resultado del mundo interior de una persona. Cuando no somos comprendidos se empieza a formar dentro de nosotros un hueco que causa una necesidad de ser aceptados por los demás. Algunas personas se refugian en hábitos negativos, pero hay otras personas que optan por crear arte para sacar los demonios e inquietudes enraizados en el corazón. Yo caracterizo la elegancia como un tipo de arte único y especial por que en ella podemos conocer el reflejo del ser interior.
Sin embargo, me he dado cuenta que no cualquier persona puede conquistar La Elegancia. Se falla cuando ella es confundida con la arrogancia o la prepotencia. Pero verán, la elegancia debe tratarse con sutileza y respeto. Si deseas desarrollar la elegancia primero debes adaptar tu personalidad y estilo de vida según sus estatutos. De esta forma permitirás ser guiado/a por ella y tras el tiempo cambiaras no solo tú, pero también tú entorno. La elegancia no se refleja únicamente en la vestimenta del ser que la posea si no también en el porte, la manera de expresarse y el trato hacia los demás. Pero donde más resalta la elegancia en una persona es en la manera en que se ama así mismo/a.
Debido a la delicadeza de la elegancia es posible que fácilmente se pierda si no es valorada como corresponde. ¿Cómo podrías perderla? La podrías perder cuando decides alimentar las energías negativas. El enemigo de ella es el drama o conflicto. Una persona que lleva en su interior la elegancia ignora las críticas, los chimes y sabe manejar los conflictos con astucia y discreción. No debemos de tomar la elegancia a la ligera una vez que es conquistada. Pero si aun no la has conquistado ten paciencia. Ella es tan fina que no a cualquiera se le revela. Ocupas pasar ciertas pruebas para ganártela. Pero una vez que lo logres tu vida cambiara para siempre. ¡Jamás volverás a ser la misma persona!