Fallaste

Fallaste al querer decir que NO, pero sin embargo dijiste que sí.

Fallaste al pensar en el bienestar de los demás antes que en el tuyo.

Fallaste al permitir que los demás pisotearan tú dignidad.

Fallaste al dejar tu plan para mañana en vez de llevarlo a cabo hoy.

Fallaste al desanimarte cuando escuchaste las críticas de los demás

Fallaste al enamorarte locamente de alguien más, olvidándote del amor propio.

Fallaste al abandonar tu sueño porque alguien más te dijo que nunca lo lograrías.

Fallaste al derramar tus lágrimas por gente que no vale la pena.

Fallaste al dejar de creer en ti mismo/a.

Fallaste al confiar primero en los demás que en ti mismo/a.

Fallaste al pensar que los demás son culpables por tus desgracias.

Fallaste al esperar demasiado de los demás solo porque tú eres capaz de dar mucho.

Fallaste al olvidarte de tus propios anhelos por el qué dirán.

Solo tu fallaste. Nadie te fallo.

La realidad es que nadie tiene el control de tu destino más que tú mismo/a.  Así que deja de culpar a los demás por lo que eres o por lo que no eres. Retoma tú poder y aprende a caminar por la vida con tú fortaleza interna. Nadie puede quitarte lo que ya está destinado para ti. Nadie puede decirte que nunca lograrás cumplir tus metas. Si tú crees que eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas entonces así será. Pero te fallas a ti mismo/a cuando crees más en las palabras ajenas que en las propias. ¿Te das cuenta que nadie te ha fallado más que tú mismo/a? Caminamos por la vida señalando a los demás. Los culpamos. Y nos volvemos víctimas de nuestros propios pensamientos. Cuando alguien nos pregunta por que no hemos logrado conquistar nuestros sueños contestamos con mil excusas. Cada excusa tiene el nombre de una de las tantas personas que nos lastimaron. Pero aprendí que nadie puede lastimarte si tú no lo permites.

No te falles a ti mismo/a nunca más. Aprende a ser leal contigo. Aprende amarte. Aprende a esperar solo lo mejor de ti. No esperes nada de nadie. Mejor sigue tú camino permitiendo que la vida te regale bellas sorpresas.